Muchas veces la aparición de ciertas dolencias o enfermedades tienen relación con el estado anímico de aquellas personas que lo sufren, fomentando en gran medida que ciertos síntomas se focalicen y se apoyen en nuestro estado de ánimo para extenderese. Si bien no son el origen, si ayudan a que por este estado suframos de manera más fuerte estos aspectos.
El tener un estado de ánimo especialmente bajo causado por una situación concreta , una depresión o por aspectos psicológicos de ese determinado momento, fomenta que nuestras defensas naturales se vean afectadas , sometiendo nuestro cuerpo a un estrés mental y físico al que no esta acostumbrado, reacionando nuestro organismo de una determinada manera a modo de alerta o de aviso sobre algo que esta sucediendo en esos momentos.
Uno de los signos externos que podemos ver cuando nuestro estado de ánimo está bajo, es la aparición ocasional de determinados síntomas en la piel. Un ejemplo de esto puede ser la aparición de urticaria a lo largo de nuestra piel. En ciertos momentos de nuestra vida, al vernos en una situación puntual de agobio o de estrés, puede fomentar a que aparezca esta urticaria que sí tenemos suerte puede ser algo excepcional propio de este momento y que no volvamos a tener en el futuro.
Como aviso externo de que algo no va bien, puede ser una excelente señal de aviso para que nos ponga en alerta. Sin embargo, no siempre debemos asociar la urticaria a una situación de presión y de estado de ánimo agobiante, ni a esta como inicio de una futura urticaria en el futuro. Es primordial acudir a nuestro médico de familia, para determinar de la manera más profesional posible los verdaderos motivos de la aparición de una urticaria y su posible relación con el estado anímico de una persona.
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